JUAN RULFO
“Todo escritor que crea es un mentiroso; la literatura es mentira, pero de esa mentira sale una recreación de la realidad; recrear la realidad es, pues, uno de los principios fundamentales de la creación.”
Biografía
Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, mejor conocido como Juan Rulfo, nació el 16 de mayo de 1917 en Sayula, Jalisco. Comenzó la educación primaria en 1924. A los once años quedó huérfano de madre, su padre falleció cuatro años antes, por ello se trasladó a San Gabriel en 1929 y vivió con su abuela, después ingresó al orfanatorio Luis Silva en la ciudad de Guadalajara. En 1930 participó en la revista México. Rulfo no pudo ingresar a la Universidad de Gualadajara en 1933 porque la institución educativa se encontraba en huelga, así que viajó hasta la Ciudad de México y asistió de oyente al Colegio San Ildefonso. Colaboró en la revistaAmérica y publicó varios cuentos en la revista Pan en 1945. Trabajó para la compañía Goodrich-Euzkadi de 1946 a 1952 como agente viajero. Contrajo matrimonio con Clara Angelina Aparicio Reyes en 1947, tuvo cuatro hijos. En 1956 realizó algunos guiones de cine, en compañía de Juan José Arreola, para el director Emilio “el Indio” Fernández. De 1954 a 1957 fue colaborador de la Comisión del Papaloapan y editor en el Instituto Nacional Indigenista en la Ciudad de México. El 9 de julio de 1976, fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, tomó posesión de la silla XXXV el 25 de septiembre de 1980. Falleció el 7 de enero de 1986.
Obra
A pesar de que la obra literaria de Juan Rulfo no es extensa, sus novelas y cuentos son de los más importantes de la literatura nacional.El llano en llamas, compuesto de diecisiete pequeños relatos y publicado en 1953, la novela corta El gallo de oro y su obra cumbre,Pedro Páramo, publicada en 1955, son verdaderas joyas de la literatura mexicana. Al combinar la realidad de la vida cotidiana mexicana, con descripciones de carácter costumbrista que crean imágenes coloridas, fáciles de percibir, y la fantasía, Juan Rulfo ingresa al movimiento literario del realismo mágico.
- Un pedazo de noche, único fragmento que quedó de la novela El Hijo del desaliento
- La vida no es muy seria en sus cosas, (cuento) (1945)
- El llano en llamas, (1953).
- Pedro Páramo, (1955).
- El gallo de oro, (1980).
Pedro Páramo
En esta novela, Juan Rulfo entrelaza las historias de Pedro Páramo y Juan Preciado, la vida de uno en Comala y el arribo del otro a sus orígenes, que irremediablemente lo llevan a la muerte. La novela capta la esencia de la realidad y al mismo tiempo la descotidianiza, otorgándole una nueva dimensión temporal. Podemos hallar una conciencia colectiva indígena en sus páginas, a través del pensamiento de los habitantes de Comala. También existe una paralelidad entre el pasado (Pedro) y el presente (Juan), lo que permite al lector tener una visión completa de la historia de Comala y sus personajes. Algo que resalta mucho en esta obra es la dicotomía entre la vida y la muerte, podemos encontrarla incluso en el nombre de la novela y del protagonista: “Pedro”, que hace referencia a la “piedra” sobre la que se edifica, por lo tanto es el inicio, la vida; y “Páramo”, lugar desolado y yerto, abandonado, nos da la idea de muerte; así pues Pedro Páramo es al mismo tiempo el inicio y fin de Comala.
El llano en llamas
Los diecisiete cuentos que componen la colección El llano en llamas, de 1953, se centran en la miseria y la soledad del campo de Jalisco y, mediante una magistral recreación del habla campesina, revive en sus historias las relaciones entre los hombres y las de éstos y la tierra. Las narraciones de El llano en llamas giran todas, en efecto, en torno a la vida de los campesinos mexicanos; son cuentos breves, de extraordinaria y fecunda concisión, en cuyas escenas de intenso dramatismo palpita el hálito poético del autor plasmado en imágenes de brillante sensibilidad y en un estilo que reelabora y recrea el habla popular mexicana.
Pero, pese a esta última característica, que podría haber convertido a Rulfo en un escritor regionalista o costumbrista, la persistencia de sus temas esenciales, la obsesiva presencia de la soledad y la violencia, la confrontación con la muerte, el amor y el desamor, los secretos entresijos de la vida y de los hombres o los enigmas que pueblan las calles de Comala son una fulgurante parábola de lo humano, que trasciende el marco del nacionalismo literario y demuestran, de nuevo, que no hay fronteras para la creación.
Entrevista
Por Alejandro Jáuregui
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