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domingo, 26 de mayo de 2013

Mariano Azuela

    MARIANO AZUELA
"La revolución beneficia al pobre, al ignorante, al que toda su vida ha sido esclavo, a los infelices que ni siquiera saben que si lo son es porque el rico convierte en oro las lágrimas, el sudor y la sangre de los pobres."

Biografía

Nace en Lagos de Moreno, Jalisco el 1º de enero de 1873. Realizó estudios de Médico Cirujano en la Universidad de Guadalajara. Durante la dictadura de Porfirio Díaz, comienza a interesarse en la expresión escrita, incursionando en el teatro, el cuento y el ensayo crítico.  Se desempeñó como médico en el movimiento armado, en las filas de Pancho Villa y, una vez que éste hubo caído ante las fuerzas carrancistas, se exilió a El Paso, Texas donde habría de desarrollar su obra póstuma: Los de abajo. 
Muere en la Ciudad de México, el 1º de enero de 1952.

Obra general 



A lo largo de su carrera literaria incursionó en el teatro, el cuento y el ensayo crítico además de la novela, género donde obtuvo mayor reconocimiento.


Su primera novela fue María Luisa (1907). Después publicaría Andrés Pérez, maderista (1911). Fue designado jefe político de Lagos y posteriormente director de Educación en Jalisco. Tras la caída de Madero, Azuela se incorporó a las fuerzas revolucionarias de Julián Medina como médico militar. Fue entonces cuando escribió Los de abajo (1915), la novela que le dio popularidad.

En 1942 obtuvo el Premio Nacional de Literatura de México. El 8 de abril de 1943 ingresó como miembro fundador al Colegio Nacional de su país y en 1949 recibió el Premio Nacional de Artes y Ciencias.

Falleció en la Ciudad de México el 1 de marzo de 1952 y fue sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres.


Algunas obras de Mariano Azuela 

Pedro Moreno, el insurgente (1933-34) 
Madero (sin fecha) 
Novela:

María Luisa (1907). 
Los fracasados (1908). 
Los triunfadores ( 1909). 
Mala yerba (1909). 
La rueda del aire (1908). 
Andrés Pérez, maderista (1911). 
Los de abajo (1915) Edición crítica parcial. 
Los caciques (1917) 
Las moscas (1918) 
Las tribulaciones de una familia decente (1918) 
La malhora (1923). 
El desquite (1925). 
La luciérnaga (1932). 
Sendas perdidas (1949). 
La maldición (1955, póstuma). 
Esa sangre (1956, póstuma). 


Ensayo:
Cien años de novela mexicana (1947).


Obra, Los de abajo


Con esta novela, presentada en una oscura y olvidada edición en el Paso, Texas, Azuela instaura las bases de una literatura armada que traza las guerras internas de un país aún – a pesar de tantos años – en consolidación. Entre las características principales podemos encontrar:


-Voces colectivas: el pueblo ante la guerra.
-Comprensión profunda, y fugaz, de lo mexicano.
-Un heroísmo fatal, patético.
-Carencia ideológica.

-Denuncia social.


El argumento

 El argumento se desarrolla alrededor de Demetrio Macías y las acciones narrativas siguen su desplazamiento desde el cañón de Juchipila, su ascenso en la escala revolucionaria, su regreso y su muerte, acaecida en el mismo lugar de la partida, en una sucesión cronológica de dos años.

           El cuerpo de la novela es geométricamente circular. El argumento oculta la desilusión ante la lucha de facciones que algunos personajes, como Macías o Solís, se encargan de definir en sus diálogos. El narrador acompaña a los perso­najes, pero se abstiene de formular comentarios. Son éstos los que juzgan lo ver­dadero y lo falso de la Revolución como fruto de la experiencia personal. Este desarrollo argumental es nítido y se basa en la economía de lo relatado.

             Uno de los grandes méritos de Los de abajo, que la sitúa como la mejor y más perdurable novela de la Revolución, consiste, precisamente, en dar al lector sólo cuadros de situaciones indispensables para completar el diseño de lo que se quiere contar.

La organización

La organización en partes (tres partes); en capítulos (vein­tiuno en la primera parte; catorce en la segunda, y siete en la tercera) y en cua­dros que componen el libro, como piezas fotográficas,' responde a una yuxtapo­sición de enlaces ejecutados con medios sutiles en un orden temporal fragmentado.

                El tiempo sirve de unidad en la sucesión cronológica (noche, amanecer, pleno día, atardecer), pero la trama, es decir, la relación de un acontecimiento con otro, no está sujeta solamente a esa sucesión temporal. A veces, el autor apela a otros recursos técnicos para lograr la unidad: por ejemplo, la inserción de nuevos moti­vos, hechos o personajes.

Personajes importantes

Dos personajes se constituyen en la novela en una doble imagen de la Revolu­ción: Demetrio Macías, el rebelde perseguido que merced a su genio instintivo se hace caudillo y triunfa con los de abajo, y Luis Cervantes, el falso intelectual que se confunde con los de abajo para obtener provechos materiales sin arriesgar su vida. Éste es un seudo-revolucionario que se desdibuja ante la fortaleza moral y el idealismo de los que luchan detrás de una revolución y que en determinado momento de la novela se aleja de los bandos en lucha con el fruto de sus robos.

               Demetrio Macías, en cambio, es el hombre valiente arrastrado por los vaive­nes de una política de grupos que muchas veces no entiende o no lo satisface. Su camino, como el héroe de epopeya, responde a un sino trágico e irreparable. Al final del viaje circular del personaje, éste se vuelve a encontrar con su mujer que quiere retenerlo. El diálogo sintetiza la imagen de ese destino fatalista:


"— ¿Por qué pelean ya, Demetrio?

Demetrio, las cejas muy juntas, toma distraído una piedrecilla y la arroja al fondo del cañón. Se mantiene pensativo viendo el desfiladero y dice: Mira esa piedra cómo ya no se para..."


Al lado de ellos está el pueblo, encarnado en otros hombres: Solís, que trata de interpretar los hechos de la Revolución y de encontrar significados que estén más allá de la realidad cotidiana; Valderrama, el loco, el que canta "El enterrador" y, en vez de atender la pelea, monologa confundido con los cerros, con las casas grises, con el "cielo inconmensurable". Los demás -Venancio, Anastasio, la Co­dorniz- son como imágenes menores del caudillo, a quien siguen hasta la muerte. Todos los personajes forman parte de un fresco de ambiguas personalidades po­pulares dentro de la confusión de los acontecimientos en los que están envueltos, junto con las mujeres, que esperan o acompañan a sus hombres en el éxodo o en las batallas.

Por esto y más. Les dejamos un excelente ensayo a la mano.

Por: Alejandro Jáuregui Zúñiga

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